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martes, 28 de junio de 2016

Mi perro, mi niño, mi bebe...


Hoy traigo una reflexión. Este tema puede ser algo polémico. ¿Cómo te refieres a tu perro?. ¿Es tu mascota, tu perro, tu niño, tu peludo, tu bebé...? ¿Tú eres su papi o su mami?

Hay mil maneras de referirnos a nuestros perros y cada una denota algo, en mi opinión. Bien está que queramos a nuestros perros y en muchos casos sentimos que este amor es comparable al que se sentiría por un hijo, de ahí ciertos apelativos cariños. Es totalmente comprensible. ¿Algún problema?.
Bueno, en mi opinión solo uno. ¿Eres consciente de que es un perro? ¿Lo tienes verdaderamente presente?. Es decir, aunque lo quieras como a un hijo/a hay que ser consciente de que no necesita las mismas cosas que un niño o niña. La buena vida y los mimos de un niño humano pueden llegar a ser maltrato para un perro. Por otro lado a un perro hay que educarlo, aquí sí, igual que harías con un hijo/a y no limitarte a mimarlo sin más.


Ojalá no se tuviera que ver imágenes como esta sin una razón veterinaria que lo justifique.

Si quieres aprender más sobre lo que significa ser un perro, que es lo que necesita para que esté feliz, estás invitado a nuestra charla el próximo 29 de Julio.



miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿Quiero o puedo tener un perro?



Se acercan fechas navideñas y muchas familias se plantearán la opción de regalar a sus hijos o pareja ese ansiado perrito. Son muchas las preguntas que debemos hacernos a este respecto. Una es si quiero o puedo tenerlo, lo cual trae consigo una considerable lista de preguntas extras que deberíamos hacernos. Pero una vez que decidamos que estamos dispuestos a cambiar nuestras vidas para introducir en ellas a un nuevo miembro de la familia. Habrá que ver cuál es el indicado para nosotros.
Con este artículo pretendemos ayudar a analizar nuestra vida y entorno familiar para decidir responsablemente.


En primer lugar tenemos que tener en cuenta que todos los perros tienen una serie de necesidades básicas y chequear si estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios. Estas necesidades mínimas serían:

1º Recibir nutrición adecuada
2º Recibir la vacunación y atención veterinaria en caso de enfermedad o accidente
3º Salir a la calle y hacer ejercicio. Todos los perros necesitan hacer algún ejercicio y salir a la calle al menos una vez al día si nuestra casa tiene jardín y al menos 3 si no lo tenemos.
4º Recibir atención y cariño.

Esto nos supondrá un desembolso económico y una importante inversión de nuestro tiempo.
¿Estamos dispuestos a ello? ¿Podemos permitírnoslo?

Si la respuesta a estas preguntas es un Sí rotundo la siguiente que debemos hacernos es ¿Qué perro es el adecuado para mi?. Es posible que nuestro hijo o nosotros mismos tengan una ilusión tremenda en tener, por ejemplo, un bulldog francés. Si la decisión de tener un perro flaquea ante la idea de tener otro tipo de perro, debemos pararnos a reflexionar si realmente queremos un perro o si, en realidad, queremos un estereotipo idealizado. Por favor, no seleccionen al perro por su apariencia o únicamente por impulsos emocionales.

Las necesidades básicas de cualquier perro se pueden ver multiplicadas por 10 en según que animales, al igual que los problemas que esto acarree si no estamos preparadas para ello.

Si quieres un perro de raza infórmate antes de sus características, en especial de su carácter y posibles problemas veterinarios. Hay perros estéticamente muy bonitos que pueden tener unas pulsiones instintivas muy fuertes que les hacen ideales para perro de caza o trabajo pero que en la ciudad pueden ser grandes problemas y otros que con alta probabilidad nos van a hacer pasar mucho rato en el veterinario.

Lo siguiente que debemos pensar es si queremos un cachorro o un perro adulto. Si bien es cierto que el cachorro está por moldear y lo podemos intentar adaptar a nuestra familia, también es cierto que este proceso puede ser duro y que si no tenemos experiencia y paciencia puede ser un arma de doble filo. Muchos perros adultos con problemas fueron cachorros que no recibieron la educación, atención y cuidados necesarios o adecuados cuando eran cachorros. Si no queremos pasar por el proceso de la educación, limpiar pipis y cacas dentro de casa y aguantar unos cuantos destrozos (algo casi inevitable con los cachorros), deberíamos plantearnos dar una segunda oportunidad a un perro adulto. En refugios y protectoras hay miles de perros esperándola, la gran ventaja de estos perros es que podemos conocerlos antes de adquirirlos. Podemos encontrar así el perro que se ajuste a nuestro estilo de vida y en cualquier caso mejorar el suyo.

El consejo general es, piénsalo bien. Si lo necesitas pide asesoría a un profesional y al personal de refugios si te decides por esa opción. No te dejes llevar por impulsos del corazón e infórmate antes. No le harás ningún favor al perro ni a tu familia llevándotelo a casa para después tener que deshacerte de él.



jueves, 19 de noviembre de 2015

Jugar en casa


Jugar es la necesidad del perro que normalmente menos tenemos en cuenta.
El perro necesita jugar con otros  (perros y humanos) para satisfacer sus necesidades sociales. Pero también como modo de ejercitar cuerpo y mente. Es una estupenda manera de enriquecer su ambiente para ayudar a mantenerlos sanos mentalmente.

La falta de ejercicio y estimulación mental es la causa habitual de la mayor parte de los problemas de comportamientos que nos encontramos normalmente. Por eso es importante saber usar el juego para alimentar buenos hábitos y conductas que ayuden a mantener el bienestar de nuestros animales.
Hoy quería centrarme en el juego dentro de casa.  Aunque el juego no sustituye al paseo, hay momentos en los que ya sea por razones médicas, como una convalecencia tras una operación o climatológicas los paseos se reducen mucho y el perro no puede gastar la energía que está acostumbrado. Queremos resaltar antes de nada que no es que la lluvia   nos parezca una   excusa para no pasear, pero siendo realistas cuando el tiempo no acompaña  todos acabamos reduciendo el tiempo del paseo.  En estos momentos hay que echar mano de estas estrategias para que nuestro compañero de cuatro patas no se vuelva (y nos vuelva) loco en casa.

Para ello es interesante conocer y haber ensayado distintos tipos de juego en casa.
Muchas veces el juego en casa puede ser un poco complicado o un poco pesado. Como cuando el perro te trae su hueso o pelota una y otra vez para que se lo tires. Pues bien, este es el momento de reconducir a tu perro.
En primer lugar arrojar cosas no es el juego más apropiado, más aun dentro de casa.
Busca otros tipos de juego. Hay que intentar que durante el juego se ejerciten actividades beneficiosas. Al arrojar algo sólo reforzamos el instinto de caza y/o el de cobro (depende del perro) si este juego no es pautado, en muchos perros puede llevar a las obsesiones y a conductas de protección, que son del todo indeseadas.
¿Cuáles son las conductas que debemos reforzar?
Las conductas a reforzar son aquellas que al perro le aporten algún beneficio, le ayuden a encontrarse mejor y a "usar la cabeza". Te damos algunos consejos generales:

1º Tenemos que partir de un entrenamiento básico, que sepa, al menos sentarse y esperar. Si no lo sabe hacer, ya sabemos con qué empezar. Si ya lo sabe, siempre podemos enseñar trucos nuevos y probar distintos modos de entrenamiento, para mantener la mente del perro siempre activa y flexible.

2º Busca juegos que le permitan ejercitar conductas como mascar y lamer. Estas son conductas de confort en el perro. Es decir, ayudan al mantenimiento de un estado de ánimo relajado.  Estos son juegos que pueden practicar solos, quizás solo animándoles un poco y ofreciéndoles los juguetes adecuados o golosinas de mascar (tendones, huesos etc).

3º  Juegos de olfateo. Usar la nariz es muy beneficioso para el perro, les ayuda a segregar serotonina y por lo tanto, a mantenerse felices y centrados. Hay que practicar un poco, pero hay juegos muy sencillos con los que tú y tu perro pueden aprender a trabajar en equipo.
¿Se te ocurren ideas? Hay que usar un poco la imaginación pero como ayuda también vamos a colgar algunos videos con ideas para jugar en casa en nuestro canal de youtube Equipo Laika.








jueves, 2 de julio de 2015

Algunos mitos de perros

Este artículo va sobre todas esas creencias que se manifiestan en frases que oímos todos los días. Yo voy a poner algunas que, personalmente, me encuentro a menudo. Pero sin duda hay más.

Me gustan los perros pero no tengo jardín y para tenerlo mal no lo tengo.
No puedo tener perro porque vivo en un piso
Todas estas frases, para mi forman parte del mito del “perro al aire libre”. Parece como si los perros fueran claustrofóbicos. En si el permanecer en la calle no le proporciona ningún beneficio al perro. Como a todos los animales les gusta estar cuanto más cómodos mejor. Así que si pueden descansar dentro de casa, lo prefieren. Aunque eso es lo de menos, el perro como animal social prefiere estar con el resto de su grupo, que en el perro doméstico somos nosotros. Además los perros que están continuamente en un recinto cerrado, como un jardín, desarrollan más conductas territoriales, haciéndose más propensos a la agresividad y a desarrollar obsesiones. Este es, por ejemplo “El efecto valla” esos perros que se pasan el día recorriendo la valla, ladrando, gruñendo y haciendo movimientos repetitivos arriba y abajo del perímetro. Hay que tener en cuenta que el jardín, al ser un entorno conocido y estable no resulta estimulante, así que es lógico que pasen el tiempo pendientes o bien a las entradas y salidas de casa o a la valla. Además esto no se arregla teniendo dos perros. Es común ver que hay dos perros haciendo estas conductas tras una valla y cuando se excitan demasiado, por ejemplo, porque pasa otro perro acaben mordiéndose el uno al otro. Simplemente por una agresividad redirigida.

El perro necesita salir a la calle no estar en la calle. Necesita caminar y explorar viendo cosas diferentes y usando la nariz. Tener nuevos estímulos que un jardín y mucho menos una azotea no pueden proporcionar.
Para mi la frase que la gente debería decir en todo caso sería: “No puedo sacar a mi perro, así que para tenerlo mal, no lo tengo”
Ese perro es muy grande para un piso
El perro al aire libre segunda parte o la teoría del deambular. La talla de un perro no es ni mucho menos el factor más importante a la hora de elegir el adecuado. Una casa normal, tiene espacio más que suficiente para que cualquier perro tenga un par de lugares donde echarse, eso si no le permites echarse en sillones o camas. El perro no se dedica a dar vueltas por la casa si no tiene razones para ello. En realidad el perro cuando está dentro de casa solo necesita poder cambiar de vez en cuando de echadero, poder observarte y de vez en cuando interactuar contigo. Una vez más lo que necesita es un poco de atención y salir a la calle. Es posible que en perro pequeño, por ejemplo un yorkshire, o cualquier otro pequeño terrier sea peor elección para pasar mucho tiempo en casa que un gran danés o un san bernardo. Eso si no tenemos en cuenta el acumulo de pelos en el suelo, claro…
Mira que cara pone, el sabe que se portó mal
Esta es un clásico cuando le dices a alguien que el perro no sabe porqué le castigan tiempo después de que hayan hecho algo mal. El hecho es que, no  saben que se portaron mal, saben que tú te has enfadado.  Los perros tienen una capacidad increíble de interpretar nuestras conductas y estados de ánimo.  Un artículo (enlaces abajo) demostró que son capaces de distinguir las expresiones faciales de enfado y alegría, incluso enseñándoles sólo la mitad de la cara. Además de que la cara de enfado le resultaba aversiva  por lo que era más difícil enseñarles a elegirla. Así que cuando el perro baja la cabeza y te mira con “cara de arrepentimiento” solo está pidiéndote que le dejes de mirar y gritar de esa manera tan desagradable.
Más información sobre los artículos



jueves, 18 de junio de 2015

Ellos eligen ¿Pienso o comida natural?

He hecho un pequeño experimento. Qué no pretende ser científico. Quería comprobar por mera curiosidad si realmente a mi perro le gusta más la comida cruda, carne y pescado con algo de verduras guisadas o el pienso. Le he dado a elegir a mi perro entre dos cuencos. Uno con comida natural y otro con su ración de pienso. Ambas cosas se las come bien cuando se las ofrezco por separado, quería ver que es lo que el prefería.

El resultado en el video.



¿Quién se apunta a hacer el experimento?

viernes, 24 de abril de 2015

Un paseo agradable

Para muchos dueños el paseo diario es todo un suplicio. Su perro le tira y se muestra incontrolable cuando hay otros perros. Otras personas piensan que su perro ha de ir desfilando, cual militar, a su lado, sin desviar la mirada ni bajar la cabeza para olfatear.

Ambas cosas son una pena. El paseo debe ser ante todo agradable, tanto para el perro como para el dueño. Si el perro está en su momento de esparcimiento debe poder bajar la cabeza y olfatear, ya que para él esa es una fuente de información del mundo mucho mayor que la vista. No dejarle bajar la cabeza es como si a nosotros nos obligaran a pasear con orejeras. Hablo del paseo recreativo, por supuesto, es posible que queramos enseñar a nuestro perro a caminar a buen paso y sin entretenerse por hacer ejercicio o porque tenemos prisa en un momento dado. Pero este no puede ser el único tipo de paseo que se le permita al perro.

Por otro lado, el perro que tira constantemente tampoco está disfrutando del paseo. Caminar es una actividad relajante para el perro y ayuda a que el animal descanse mejor y se comporte mejor en casa. Pero un perro que tira durante todo el trayecto no está relajado, sino que por el contrario está acumulando ansiedad. Por otro lado, tampoco resulta agradabe para el dueño y cada vez tendremos menos ganas de salir a la calle.

Entonces… ¿Qué hacer?

La técnica básica para evitar que el perro tire, es sencilla pero requiere de bastante paciencia.
Lo primero que debemos tener son los utensilios adecuados. Un arnés o una correa fija son suficientes. Por otro lado la correa debe ser agradable al tacto (evitar la de cadena) y de unos dos metros de largo. Las correas cortas incitan a tirar y los collares estranguladores traen muchos perjuicios además de mostrarse poco efectivos.

Una vez bien equipados es hora de ejercitar la paciencia. Lo que debemos hacer es detenernos cada vez que la correa se tense y esperar relajadamente (reducimos un poco la tensión de la correa) a que el perro se de cuenta de que debe volver a nuestro lado para continuar la marcha. Poco a poco, vamos incluyendo algunos trucos como hacerle una señal auditiva cuando está a punto de agotar el largo de la correa y empezar a tirar. De este modo el perro aprenderá a no llegar al tirón, porque así evita que paremos la marcha y la diversión. 

En próximas entradas comentaremos algunas técnicas y detalles del comportamiento del perro a tener en cuenta cuando nos vamos a cruzar con otro perro. Si quieres aprender a disfrutar del paseo, próximamente tendremos un seminario práctico de socialización y paseo.


jueves, 16 de abril de 2015

¿Pienso o/y Comida Natural?

Desde hace muchos años se nos dice que el perro solamente va a estar bien alimentado si come pienso. Esto llega a tal punto que muchos dueños se sienten culpables si se salen un poco de la dieta estricta. ¿Está este sentimiento justificado?
Lo cierto, es que  las necesidades nutricionales de los perros no son las mismas que las del ser humano. Los seres humanos somos omnívoros mientras que los perros son carnívoros.  Aunque sea  la especie animal que lleva más tiempo ligada a nosotros (se calcula que unos 14.000 años) y muchas cosas han cambiado en los perros en ese tiempo, su sistema digestivo sigue siendo el típico de un carnívoro.  Por ejemplo, su estómago tiene un pH mucho más ácido que el nuestro, por eso es capaz de disolver un hueso o matar bacterias potencialmente nocivas. Sin embargo, su intestino es mucho más corto que el de un herbívoro y también que el de un omnívoro. No se conocen requerimientos mínimos de hidratos de carbono para los perros y no tienen amilasas en la saliva (enzimas que degradan el almidón en herbívoros u omnívoros).
Estas necesidades propias del carnívoro son las que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir la alimentación de nuestro perro.
Si te decantas por el pienso, ya que es una alternativa muy cómoda y sencilla.  Es importante elegir uno que cubra sus necesidades del mejor modo posible. Un truco sencillo es ver la lista de ingredientes. Por ley estos están ordenados por abundancia así que si entre los 5 primeros ingredientes al menos 3 son cárnicos es una buena señal. Otro truco es ver la cantidad recomendada según peso. Como referencia podemos tomar la de un perro de 30 kg. Si la cantidad  diaria recomendada es superior a 400g es que el valor nutricional de ese pienso es muy bajo. Hay que tener en cuenta que un pienso de más calidad es más caro pero que normalmente vamos a tener que dar menos cantidad y al final nos dura más y como dice el anuncio “cunde más de lo que cuesta”.  Y no sólo porque nos dure más sino también por lo que ahorramos en veterinario. 
No obstante, el pienso no es la única alternativa que existe. Si queremos saber que es exactamente lo que está comiendo nuestro perro, para mi es recomendable la dieta natural. Nos tendremos que preocupar de comprar una mayor variedad de productos y gastaremos algo de tiempo para dejarla preparada pero es garantía de salud y una gran fuente de satisfacción para  el perro. ¿Si existiera un pienso para humanos que fuera nutricionalmente perfecto, sólo comerías eso?
Pero, ¿En que consiste una dieta natural para un perro?. Pues una dieta natural básica consiste en productos animales crudos, y un pequeño aporte de vegetales. Como referencia se puede decir que un 60% debe consistir en huesos carnosos (por ejemplo carcasas de pollo), un 20% en carne, pescado y vísceras y el otro 20% es material vegetal.  Es importante que los huesos estén recubiertos de carne y NO cocinarlos nunca. Al cocinarlos es cuando los huesos pueden volverse quebradizos y peligrosos para los peros. También hay que asegurarse de que nuestro perro mastica, para ello podemos sostenerlo en la mano mientras lo come las primeras veces. El procedimiento básico para preparar la comida natural consiste en congelar la carne y pescado al menos 24 horas, esto se hace como medida sanitaria preventiva, e ir sacando raciones día a día del congelador. Para todos los que se animen, este enlace es muy práctico.

Para empezar con la dieta natural mantenemos una toma diaria de pienso  y la otra será de dieta natural.  En cada toma se da la mitad de la cantidad necesaria al día de cada tipo de alimentación. Las tomas de los diferentes tipos de alimentación se hacen por separado para dejar que el pienso, que se digiere más lentamente, sea absorbido. Conviene esperar unas 12 horas desde que come el pienso y se le da la comida natural.  Si no queremos perder la comodidad de poder darle pienso en un momento de necesidad o tener que preocuparnos por tener el congelador bien provisto, podemos seguir con esta dieta mixta el tiempo que queramos.
Si vives en Tenerife, también ofrezco el servicio de “dog-catering”. En lugar de comprar el pienso compras las raciones de comida casera preparada que puedes recoger con la frecuencia acordada.

jueves, 9 de abril de 2015

jueves, 2 de abril de 2015

El entrenamiento veterinario

Este concepto está bastante extendido en los centros zoológicos.  Allí los animales no solo son entrenados para realizar shows si no también con el fin de que en caso de necesidad y para las revisiones veterinarias sea posible su manipulación con la máxima seguridad para el personal  y el mínimo estrés para los animales.
¿Por qué no hacemos nosotros lo mismo con nuestros animales?
En gran medida no es necesario que sea un entrenamiento formal. Si no más bien un conjunto de medidas que pueden hacer que el animal esté acostumbrado a la manipulación. De este modo disminuiremos el estrés y nos ahorraremos muchos problemas cuando nos vemos en la necesidad de ir al veterinario y en caso de accidente o enfermedad.


Si tienes un cachorro es muy importante acostumbrarlo a la manipulación. Mientras juegas con él, siempre en momentos de relax, acostumbra a tocarle en todas las partes del cuerpo, en especial las orejas, patas, entre las almohadillas, el vientre e incluso órganos sexuales.  Intercala estas manipulaciones con otras caricias o dale un juguete o algo rico de comer mientras le tocas. Si empiezas cuando es un cachorro será muy sencillo. También es útil cogerlo en brazos y ponerlos sobre una mesa de vez en cuando.  Puedes cubrir antes la mesa para que no la identifique como una superficie más a la que está permitido subir.  Los perros grandes pueden pasar mucho tiempo sin que nadie los coja o levante en brazos así que cuando les ocurre en el veterinario, con el estrés que suele conllevar ese entorno extraño  y lleno de olores de otros perros que también están estresados se convierte en una experiencia desagradable, a veces, aterradora que quieren evitar a toda costa.  En cambio si el perro está acostumbrado a que le levanten y suban a la mesa a menudo, por ejemplo para peinarlo (si es que esto le gusta), para acariciarlo y darle premios, en el veterinario al menos no tendrá miedo a la manipulación. Igual te ocurrirá con las gotas en los ojos y las orejas o cortar las uñas. Todo será muy sencillo si tu perro está acostumbrado a la manipulación.

Además de hacer esto,  si tu perro ha recibido entrenamiento o estás pensando en entrenarlo es muy útil que hagan el sentado y el echado sobre la mesa y una vez dominen esto añadir el “hacerse el muerto” o como yo digo “de ladito”. Es posible que luego en el veterinario no lo quiera hacer pero, inténtalo. Siempre será una situación menos difícil para ambos y después de varias visitas cada vez le resultará más sencillo, porque las visitas serán menos traumáticas. Ya sabrá que se espera de él. En este sentido y  para lograr que el veterinario no sea para tu perro “la cueva del mal”. También es muy útil que lo visites a menudo, sólo de visita. Entras, le das un premio y te vas. Quizás puedes aprovechar y pesarlo.  Si tienes confianza con el veterinario pídele que le entre en la consulta o al menos le acaricie y le de una golosina. ¿Sabías que hay perros que tiran de la correa para entrar en el veterinario?

jueves, 26 de marzo de 2015

Las necesidades del perro

Este puede que sea el tema más importante a tratar en este blog.

Hay muchas razones para preocuparse por lo que necesita tu perro.  Por un lado, es importante saber que la gran mayoría de problemas que puede darte un perro  (problemas reales,  no me refiero a molestias) se deben a que alguna de sus necesidades no está cubierta. Recuerda: ¡Un perro feliz es mucho mejor compañero!

Pero por otro lado, la verdad es que el perro no puede procurarse lo que necesita el solo y tú elegiste ser la persona responsable de hacerlo. Esto es lo primero que hay que pensar antes de tener un perro. Lo segundo es ¿Qué es lo que eso implica? ¿Qué va a necesitar mi perro?

Lo más importante que tienes que saber de tu perro  es que es un animal social, para más señas un carnívoro. Y una vez más: ¿Qué implica esto? Pues para empezar que necesitará aprender muchas cosas del mundo y estar acompañado en el proceso. Primero por su madre y hermanos pero después te toca a ti.

El perro necesita una alimentación adecuada (trataremos el tema en otro post) y dormir unas 15 o 16 horas al día, más si son cachorros (sí, los carnívoros duermen un montón). Pero también y no menos importante necesita compañía, actividad física y estimulación ambiental. Esto implica que pases tiempo con él, pasear, estar en entornos diferentes, usar mucho la nariz y relacionarse con más humanos y perros.  Y si te lo estás preguntando: No, no consigue todo esto en el jardín de tu casa. Es muy importante que el perro salga a la calle a diario, no importa lo grande que sea tu jardín, porque todos los días es el mismo jardín, ¡Tu perro ya lo conoce!

Es recomendable, al menos, tres salidas al día para hacer sus necesidades, media hora de ejercicio más intenso y pasar contigo el mayor tiempo que sea posible. Es importante que el perro se sienta seguro a tu lado. Para que esto ocurra es muy bueno seguir ciertas rutinas, de modo que tu perro sepa qué esperar de ti.

Hacer todo esto implica bastante tiempo, es una responsabilidad y te cambia la vida. Pero la buena noticia es que cuando le das al perro lo que necesita tienes un compañero inmejorable. Hacer todo esto es lo que hace que sepas qué significa de verdad tener un perro, que le conozcas,  quieras y disfrutes de verdad. Porque… ¿Para qué ibas a querer tener un perro si no vas a compartir nada con él?