miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿Quiero o puedo tener un perro?



Se acercan fechas navideñas y muchas familias se plantearán la opción de regalar a sus hijos o pareja ese ansiado perrito. Son muchas las preguntas que debemos hacernos a este respecto. Una es si quiero o puedo tenerlo, lo cual trae consigo una considerable lista de preguntas extras que deberíamos hacernos. Pero una vez que decidamos que estamos dispuestos a cambiar nuestras vidas para introducir en ellas a un nuevo miembro de la familia. Habrá que ver cuál es el indicado para nosotros.
Con este artículo pretendemos ayudar a analizar nuestra vida y entorno familiar para decidir responsablemente.


En primer lugar tenemos que tener en cuenta que todos los perros tienen una serie de necesidades básicas y chequear si estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios. Estas necesidades mínimas serían:

1º Recibir nutrición adecuada
2º Recibir la vacunación y atención veterinaria en caso de enfermedad o accidente
3º Salir a la calle y hacer ejercicio. Todos los perros necesitan hacer algún ejercicio y salir a la calle al menos una vez al día si nuestra casa tiene jardín y al menos 3 si no lo tenemos.
4º Recibir atención y cariño.

Esto nos supondrá un desembolso económico y una importante inversión de nuestro tiempo.
¿Estamos dispuestos a ello? ¿Podemos permitírnoslo?

Si la respuesta a estas preguntas es un Sí rotundo la siguiente que debemos hacernos es ¿Qué perro es el adecuado para mi?. Es posible que nuestro hijo o nosotros mismos tengan una ilusión tremenda en tener, por ejemplo, un bulldog francés. Si la decisión de tener un perro flaquea ante la idea de tener otro tipo de perro, debemos pararnos a reflexionar si realmente queremos un perro o si, en realidad, queremos un estereotipo idealizado. Por favor, no seleccionen al perro por su apariencia o únicamente por impulsos emocionales.

Las necesidades básicas de cualquier perro se pueden ver multiplicadas por 10 en según que animales, al igual que los problemas que esto acarree si no estamos preparadas para ello.

Si quieres un perro de raza infórmate antes de sus características, en especial de su carácter y posibles problemas veterinarios. Hay perros estéticamente muy bonitos que pueden tener unas pulsiones instintivas muy fuertes que les hacen ideales para perro de caza o trabajo pero que en la ciudad pueden ser grandes problemas y otros que con alta probabilidad nos van a hacer pasar mucho rato en el veterinario.

Lo siguiente que debemos pensar es si queremos un cachorro o un perro adulto. Si bien es cierto que el cachorro está por moldear y lo podemos intentar adaptar a nuestra familia, también es cierto que este proceso puede ser duro y que si no tenemos experiencia y paciencia puede ser un arma de doble filo. Muchos perros adultos con problemas fueron cachorros que no recibieron la educación, atención y cuidados necesarios o adecuados cuando eran cachorros. Si no queremos pasar por el proceso de la educación, limpiar pipis y cacas dentro de casa y aguantar unos cuantos destrozos (algo casi inevitable con los cachorros), deberíamos plantearnos dar una segunda oportunidad a un perro adulto. En refugios y protectoras hay miles de perros esperándola, la gran ventaja de estos perros es que podemos conocerlos antes de adquirirlos. Podemos encontrar así el perro que se ajuste a nuestro estilo de vida y en cualquier caso mejorar el suyo.

El consejo general es, piénsalo bien. Si lo necesitas pide asesoría a un profesional y al personal de refugios si te decides por esa opción. No te dejes llevar por impulsos del corazón e infórmate antes. No le harás ningún favor al perro ni a tu familia llevándotelo a casa para después tener que deshacerte de él.



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