Hoy trataremos un problema muy habitual. Se trata de todos esos perros
que se dedican a mordisquearlo todo; muebles, mesas y hasta paredes. Aunque hay
que estudiar cada caso en particular, en principio, este tipo de
comportamientos son normales en perros, derivan de una alta motivación natural
para morder, mascar y roer. Si el perro no tiene estas necesidades satisfechas
y/o no ha aprendido que cosas son aceptables y cuales no, surgen estos problemas
de comportamientos. Esto es especialmente típico en cachorros y perros jóvenes.
Aunque sean comportamientos normales, son claramente indeseables. ¿Sé pueden
modificar? Sí, pero a menudo hace falta un poco de paciencia.
Si queremos acabar con este problema, lo primero que tenemos
que preguntarnos es si nuestro perro tiene una alternativa para no destruir
todo lo que se le ponga por delante. Un perro aburrido destruirá cosas. Cuando
estemos con ellos debemos asegurarnos de que gastan la energía necesaria.
Aprender a pasear sin tirones es una buena actividad y también jugar con ellos
en casa evitando excitación excesiva. Tener algunas normas mientras jugamos nos ayudará
a que el perro ejercite también la cabeza y aprenda a controlarse. Agotando la
cabeza, no sólo el cuerpo.
Al principio necesitarán cierta vigilancia y será
conveniente que no los dejes solos mucho tiempo. En este sentido, podemos
ayudarnos de juguetes rellenables, tipo Kong, huesos para roer, ya sea de cuero prensado , o un buen hueso de carnicería, que sea más grande que su boca de tuetano, o de rodilla. Son buenas opciones porque le
ayudan a limpiar los dientes y les entretienen largo rato. En los enlaces
puedes ver algunas recomendaciones al respecto.
Sí nos vemos obligados a dejarlos
solos largos periodos de tiempo mientras aun están aprendiendo, es posible que
no podamos evitar que rompan algo. En ese caso tenemos que plantearnos si es un
daño asumible. ¿Hasta qué grado llegan los destrozos?, ¿Podemos poner las cosas
de valor en lugar seguro?... A veces, acabamos por asumir algunos destrozos en
el hogar y esperamos a que el perro haya aprendido para arreglarlos. Pero si no
podemos o queremos permitirnos vivir así, existen alternativas. Podemos pensar
en el uso de un transportín o "corral". Siempre es buena idea que el perro aprenda a
estar en un transportín con tranquilidad. Aunque también deberemos
acostumbrarle progresivamente. De todos modos, si tenemos que irnos a trabajar
y estar fuera muchas horas, es posible que el corral sea una mejor opción.
Elegimos una parte de la casa
adecuada, evitando muebles y la cerramos con una valla de bebe. o un corral comprado específicamente pare este fin. La ventaja de
este sistema es que dentro puede tener su manta, sus juguetes, su cuenco con
agua y todo lo que necesite. Si es un cachorro y hace sus necesidades en casa
englobaremos esta zona. Tendremos que enseñarle a estar dentro y a no saltar la
valla. Se acabará generando una inhibición y el perro permanecerá allí incluso
si llega a ser el doble de alto que la valla.
En cualquier caso, como
comentamos, hará falta algo de trabajo y paciencia. Lo que debemos recordar es
que el perro sólo está dando salida a una necesidad natural, si le impedimos
satisfacerla vamos a general futuros problemas. Sólo tenemos que enseñarle a
orientarla adecuadamente.
Tienes mucha razón, se puede y se debe educar a los cachorros. Yo no lo hice con las mías y ahora me arrepiento. Me sorprende lo del corral, yo pensaba que los perros sufren psicológicamente encerrados ahí.
ResponderEliminarLos corrales o transportines son muy útiles. Sirven para enseñar al perro a estar sólo y nos pueden resolver la vida si en un momento dado tenemos que viajar con nuestros animales, pero hay que acostumbrarlos a ellos antes. La idea no es que vivan ahí dentro ni que los metas un montón de horas de la noche a la mañana, ahí es cuando el animal puede pasarlo mal. Es cuestión de como lo uses. El corral es muy buena opción, porque en él pueden dormir moverse y hasta jugar. No hay mucha diferencia con estar solos en toda la casa excepto porque te evitas destrozos.
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